Capitulo 1
Permítaseme presentarme, mi nombre es Albert y soy inmortal... un vampiro.
Mido entre 1.68 y 1.70 mts., mi cuerpo esta en forma sin llegar a la exageración que presentan los atletas del siglo XXI. Mi rostro denota la edad en la que nací a la oscuridad, 20 años, dándome un aire, hasta cierto punto, de un niño en algunos casos, pues casi todo el tiempo, mientras no me encuentro cerca de algún mortal, mantengo un aspecto frío, arrogante y elegante. Poseo unos ojos pequeños, pero no por eso poco expresivos, de un color que en la oscuridad puede llegar a ser negro como el carbón, pero a la mínima cantidad de luz directa, delatarían un color miel tan claro que podría llegar a ser verde intenso, en mi cabello comparto el color de mis ojos, un castaño claro, también sensible a la luz. A veces suelo dejar que mi barba crezca por lo cual mi apariencia física esta en constante cambio, más aún a causa de los tiempos que transcurren, aunque suele ser un fastidio pues cada día debo cambiar de nuevo mi apariencia, gracias a que los vampiros conservamos los rasgos de cuando fuimos transformados, y eso incluye cabellera, vello facial, entre otras características. Mi mirada es muy fuerte y demasiado expresiva, me gusta penetrar el alma de la persona con la que me encuentro, ya sea mientras este hablando, observando o riendo... riendo... risa... suelo tener una sonrisa que atrae y agrada a los mortales e inmortales por igual, aunque algunas veces me embargan ataques de esta, que apenas puedo controlar aún en los momentos más serios y menos adecuados, por lo cual, la persona o ser con el que este interactuando, no suele esperar un tipo de comportamiento de mi parte, si me conoce, aunque eso no significa que no le dé el debido respeto que confiere, pero hay veces que simplemente no puedo evitarlo. Mi boca es pequeña sin llegar a ser mínima y tiene un trazo muy delicado, lo que llega a darle un realce casi sensual. El resto de mi rostro esta muy bien proporcionado y podría atreverme a confesar que lo considero muy atractivo, mi parte preferida seguida de mis piernas, que son dignas de cualquier buen bailarín que se precie de serlo, placer que disfruto cada vez que se me presenta la oportunidad y si hay público de por medio, ¡aún mejor, me confieso un exhibicionista!
Gracias a que en mi niñez y mi adolescencia me adentré en el mundo del teatro y la actuación, mi irrupción en el mundo mortal es más sencilla de lo que os podéis imaginar, , pues suelo crear un papel al que le doy vida, un personaje que vuelvo más y más real a cada momento que pasa, y así logro ser tratado como uno más, como un camaleón haría, cambia su piel, pero no así su esencia A causa también de mi interés en el ambiente teatral, desde pequeño comencé leyendo novelas clásicas, historietas, revistas, periódicos y todo aquel escrito que cayera en mis manos, hasta que con el paso del tiempo he logrado formar lo que me gusta denominar como “mi pequeña biblioteca”. Está formada por títulos clásicos, hasta los más actuales, de todos los géneros existentes, aunque en gran parte constituida por la narrativa y la filosofía, estas últimas por que siempre me he sentido atraído por la evolución del pensamiento del hombre y sus actos, aunque en gran parte, a través de la historia, os daréis cuanta que es un ciclo en el que vive la mente de la humanidad… siempre llegando a los extremos… nunca en un equilibrio constante.
He sido seducido por los pensamientos de Kant, Nietzche, Aristóteles, hasta llegar a las nóvelas clásicas de autores como Shakespeare, Well, Stoker, Lovecraft, Poe, Rice, y así podría seguir, la lista es simplemente interminable. Alguna vez un relativo mío me menciono una frase que habría de aumentar en mí el placer de la lectura, “Si deseas vivir más de una vida, lee un libro”, pues bien, después de este comentario no pude sino “devorar” todas las vidas que me era posible, cada vez me sumergía más y más en todos esos hermosos mundos de fantasía, aventuras y de tristezas también. Gracias a que mis padres compartían e impulsaban mi hábito de la lectura me era muy fácil conseguir nuevos ejemplares cada vez que me sentía en la necesidad de leer algo nuevo, pues debo confesar que tengo la costumbre de llegar a leer un mismo título infinidad de veces, pues a mi parecer, el libro lejos de hacerse aburrido y monótono, creo que se disfruta y comprende cada vez más.
Un asunto más antes de dejarle entrar a mi mente y mis recuerdos, y es que deberá usted perdonarme, pero una vez que comienzo a escribir no puedo parar, y hay veces que simplemente me pierdo en mis pensamientos y olvido al punto que quería llegar, a su vez también debo alertarlo si en algunos momentos me expreso de la manera más educada y tal vez hasta antigua, le podría llegar a parecer, y al siguiente por demasía actual, a causa de mi constante intromisión en el mundo mortal de este siglo.
Diario Nocturno, Pagina 3.
sábado, 16 de mayo de 2009
It's been a while...
Publicadas por Albert JD a la/s 1:23:00 p.m.
Etiquetas: Escrito, Libro, Secret Life
Subscribe to:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 Comments:
Post a Comment